
Ganar una licitación pública en Perú en 2025 no es cuestión de suerte. Con la nueva Ley General de Contrataciones Públicas, la creación del OECE y el impulso de la interoperabilidad de plataformas como PLADICOP y SEACE el sistema es más exigente, más transparente, y también más lleno de oportunidades para quienes se preparan bien.
Si quieres saber cómo ganar licitaciones públicas en Perú en 2025, la clave está en entender la normativa, elegir bien tus batallas y no improvisar. No hay que postular a todo, sino que construir una estrategia clara para ganar de forma recurrente.
En este artículo, abordamos en profundidad cómo puedes ganar más contratos con el Estado, qué necesitas tener en orden, qué estrategias funcionan y qué errores te están costando adjudicaciones sin que te des cuenta. ¡Vamos paso a paso!
En 2025 las contrataciones públicas viven un punto de quiebre. La Ley N.° 32069, Ley General de Contrataciones Públicas, entró en vigencia plena con su Reglamento y redefinió cómo el Estado compra bienes, servicios y obras. Se reforzaron principios como el valor por dinero, la gestión de riesgos y la transparencia, y se reorganizó la institucionalidad con la creación del OECE en reemplazo del OSCE.
En paralelo, se avanza en la integración digital y la interoperabilidad a través de PLADICOP, que articula sistemas como el RNP, SEACE y módulos de contratos menores, y se consolida SEACE 3.0 como el corazón del ciclo contractual electrónico.
Si entiendes este contexto y hablas el mismo idioma que las entidades, ya estás un paso adelante del promedio.
Antes de pensar en ofertas, debes asegurarte de que tu empresa está habilitada y ordenada. Muchos proveedores pierden procesos sin siquiera llegar a la evaluación técnica, solo por no haber hecho esta tarea básica.
El Registro Nacional de Proveedores (RNP) sigue siendo la puerta de entrada para contratar con el Estado. Sin RNP vigente, simplemente no juegas. Y con el sistema más interconectado, los errores básicos se detectan rápido.
Asegúrate de:
Piensa en el RNP como tu pasaporte. No sirve de nada preparar el viaje si está vencido.
Otro error clásico es querer venderle “de todo a todos”. En 2025, el sistema premia la especialización y la claridad de propuesta de valor.
Te conviene:
Cuanto más definido esté tu foco, más fácil será construir una estrategia repetible en tu nicho.
Como hemos dicho, no se trata de postular a todo lo que ves en el SEACE. Eso solo agota a tu equipo y baja tus tasas de adjudicación. La clave está en filtrar con criterio.
En 2025, tus fuentes principales son:
La diferencia entre un proveedor promedio y uno estratégico es que el segundo:
Elegir a qué NO entrar es parte esencial de ganar más.
Algunos criterios prácticos:
Con esto, tu objetivo es simple: concentrarte en procesos donde tu probabilidad real de ganar sea alta y no solo “posible”.
Una vez elegida la batalla, viene lo más importante: diseñar una oferta ganadora. Aquí se pierden (o se ganan) muchos puntos.
La nueva lógica de contrataciones públicas enfatiza el valor por dinero. Eso significa que la entidad no busca solamente el precio más bajo, sino la mejor combinación entre:
Tu propuesta técnica debería:
Si tu oferta técnica se lee como una copia genérica, estás regalando puntos.
La parte formal sigue siendo una de las grandes causas de descalificación. Es frustrante perder una licitación por detalles que podías controlar.
Crea un checklist estándar que, como mínimo, incluya:
La idea es que tu oferta nunca se caiga “por forma”, sino que siempre llegue a competir en la evaluación técnica y económica.
A veces no ganas no porque tu empresa sea mala, sino porque repites errores que se pueden corregir. Veamos los más frecuentes.
Las bases administrativas son el mapa de la licitación. Allí están los requisitos, los criterios de evaluación, los riesgos asignados y los detalles de ejecución. Aun así, muchas empresas las leen a la rápida.
Errores típicos:
Una buena práctica es asignar a alguien para que haga un resumen ejecutivo de las bases, con:
El período de consultas y observaciones está para algo. No aprovecharlo es renunciar a una herramienta que puede cambiar tu probabilidad de ganar.
Ahí puedes:
Si nunca haces consultas, aceptas las reglas tal como vienen, aunque estén mal redactadas o sean poco realistas.
Con más digitalización, tu comportamiento pasado queda registrado: adjudicaciones, penalidades, rechazos, conformidades. No importa solo ganar; importa cómo ejecutas.
Errores graves:
Esto impacta directo en tus posibilidades futuras: muchas entidades prefieren pagar un poco más a alguien que ya les ha cumplido bien, que arriesgarse con un proveedor problemático.
Ganar una vez es bueno. Ganar todos los meses es otra liga. Para eso necesitas sistema, no solo esfuerzo.
Algunos pasos concretos:
Apoyarte en capacitación específica y en herramientas que te ayuden a leer mejor los datos del sistema ya no es un lujo: es casi una condición para competir en serio.
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