Las licitaciones públicas OSCE son uno de los términos más buscados por empresas interesadas en venderle al Estado peruano. Aunque el OSCE fue reemplazado por el OECE en 2025, muchas personas siguen buscando con esa denominación por costumbre o desconocimiento del cambio.
Este artículo tiene un doble objetivo: por un lado, explicar cómo funcionan las licitaciones públicas en Perú bajo la normativa vigente; y por otro, aclarar la transición del OSCE al OECE (Organismo Especializado para las Contrataciones Públicas Eficientes).
Si eres empresario o proveedor que quiere participar en este mercado, aquí encontrarás una guía completa, actualizada y veraz sobre cómo funcionan las licitaciones y qué pasos debes seguir para adjudicar contratos con el Estado. ¡Sigue leyendo!
El OSCE (Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado) fue, hasta 2024, la institución encargada de supervisar el sistema de contrataciones en Perú. Cuando se hablaba de licitaciones públicas OSCE, se hacía referencia a los procedimientos de selección abiertos y competitivos administrados bajo ese marco.
Una licitación pública, en ese contexto, era un proceso donde cualquier empresa inscrita en el Registro Nacional de Proveedores (RNP) podía participar si cumplía con las condiciones establecidas en las bases. Se trataba de los procedimientos más grandes y formales, generalmente utilizados en adquisiciones millonarias o proyectos de alto impacto, como la construcción de carreteras, la provisión de bienes de gran escala o la contratación de servicios especializados.
Con el cambio normativo, el OSCE dejó de existir, pero la figura de la licitación pública no desapareció: simplemente pasó a estar regulada y supervisada por el nuevo OECE.
La entrada en vigor de la Ley N° 32069 marcó un antes y un después en el sistema de compras públicas del Perú. Desde abril de 2025, el OSCE fue reemplazado por el OECE, un organismo técnico especializado adscrito al MEF que busca dar mayor eficiencia y transparencia al sistema.
El cambio no se trató solo de un nuevo nombre. Con el OECE se reorganizó el sistema para digitalizar los procesos, reducir discrecionalidades y fortalecer el rol de las entidades en la planificación de sus adquisiciones.
El OECE tiene como ejes principales:
En otras palabras, hoy cuando alguien busca “licitaciones públicas OSCE”, lo que encontrará en la práctica son licitaciones públicas administradas por el OECE.
Una licitación pública es un procedimiento de selección regulado por ley, de carácter abierto y transparente, al que puede postular cualquier proveedor habilitado en el RNP.
La licitación se usa principalmente cuando los montos superan los umbrales establecidos por la Ley de Contrataciones Públicas. Por ejemplo, adquisiciones de bienes o servicios cuyo valor exceda varios millones de soles, o proyectos de infraestructura de envergadura.
Este procedimiento se caracteriza por:
La lógica detrás de la licitación pública es garantizar competencia amplia y permitir que el Estado obtenga las mejores condiciones posibles, tanto en precio como en calidad.
Actualmente, las licitaciones públicas están reguladas por la Ley N° 32069 – Ley General de Contrataciones Públicas y su reglamento, que entraron en vigencia en abril de 2025.
Este marco normativo establece los tipos de procedimientos de selección (licitación pública, concurso público, adjudicación simplificada, subasta inversa electrónica, contratación directa, entre otros). También fija los umbrales económicos, es decir, los montos a partir de los cuales corresponde aplicar una u otra modalidad.
Un aspecto clave de esta nueva ley es el énfasis en la digitalización. El SEACE 3.0 pasó a ser la herramienta obligatoria para todas las fases de la contratación: desde la convocatoria hasta la firma del contrato. Esto reduce riesgos de corrupción, asegura transparencia y facilita el acceso de los proveedores a la información.
El procedimiento de licitación pública es detallado y sigue una secuencia regulada por ley. Veámosla a continuación.
Todo empieza con la publicación de la convocatoria en el SEACE, donde la entidad del Estado difunde las bases, requisitos, cronograma y presupuesto referencial. Esta información es pública y accesible para cualquier interesado.
Los proveedores interesados deben inscribirse en el proceso a través del SEACE y, para ello, es indispensable contar con inscripción vigente en el RNP. Sin ese requisito, la participación es imposible.
Los postores pueden formular consultas para aclarar dudas sobre las bases o presentar observaciones si consideran que alguna condición es restrictiva. La entidad está obligada a responder y, en algunos casos, modificar las bases.
Los postores presentan su propuesta técnica y económica a través del SEACE. La plataforma garantiza que las propuestas se mantengan encriptadas hasta el momento de la apertura.
La entidad evaluará las ofertas conforme a los criterios de las bases. Usualmente, la evaluación considera un puntaje técnico (calidad, experiencia, metodología) y un puntaje económico (precio ofertado).
El proveedor con el mayor puntaje total recibe la adjudicación. El resultado se publica en el SEACE, lo que asegura transparencia y permite que todos los participantes conozcan el desenlace.
Finalmente, se firma el contrato y se inicia la ejecución, bajo la supervisión de la entidad.
Para participar en una licitación pública, los proveedores deben cumplir con varios requisitos básicos:
Estos requisitos varían según el sector, el monto y la naturaleza del contrato, pero siempre están claramente definidos en las bases de cada proceso.
Las licitaciones públicas ofrecen oportunidades enormes, pero también retos que no deben subestimarse.
Por un lado, permiten a las empresas acceder a contratos de gran escala, diversificar clientes y asegurar ingresos relativamente estables. El Estado, aunque a veces lento en los pagos, es un cliente seguro.
Por otro lado, los desafíos incluyen la alta competencia, ya que en algunos procesos participan decenas de postores. También está la complejidad de las bases, que requieren un equipo especializado para no cometer errores que invaliden la propuesta. Además, los plazos son estrictos y no cumplirlos puede significar quedar fuera del proceso.
Ganar una licitación pública no depende únicamente de ofrecer el precio más bajo. Es una combinación de estrategia, preparación y gestión.
Algunas recomendaciones prácticas:
La Plataforma Digital de Contrataciones Públicas (PLADICOP) es una de las principales innovaciones que acompañaron la creación del OECE. Su objetivo es que el 100% de los procesos sean digitales, trazables y accesibles.
Gracias al PLADICOP:
Esto convierte a las licitaciones públicas en un entorno cada vez más predecible, competitivo y basado en datos.
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