La Adjudicación Simplificada es un procedimiento de selección más ágil y flexible que la licitación pública, diseñado para agilizar las contrataciones de bienes, servicios y obras de menor cuantía. Aunque mantiene etapas como convocatoria, presentación y evaluación, su aplicación permite tiempos y requisitos reducidos, siempre dentro del marco regulatorio de la Ley 32069 y su reglamento.
Este procedimiento se utiliza para adquirir:
Su objetivo es simplificar y acelerar los trámites, alineándose con los principios de transparencia, eficiencia y economía.
La Adjudicación Simplificada está abierta a proveedores que:
Aunque más breve que la licitación pública, mantiene un proceso ordenado:
Los beneficios de la Adjudicación Simplificada son los siguientes:
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